A la luz de los resultados, no cabe duda el actuar nefasto que deja este proceso electoral viciado de principio a fin, donde la maquinaria corrupta del fujimontesinismo y las fuerzas oscuras a su servicio se han dejado sentir en muchos capítulos de este proceso eleccionario, que comenzaron desde mucho tiempo atrás, incluido el supuesto ataque de remanentes senderistas en una localidad de nuestra Provincia de Huancayo que por supuesto tiene un manto de impunidad asegurado.

Después de las atrocidades padecidas por el pueblo peruano durante el fujimorismo, ¿Cómo podemos explicarnos que Keiko Fujimori jefa de una banda de delincuentes y, un degenerado sexual como Kenyi Fujimori hayan alcanzado tan alta votación?

Si la mayoría de la población peruana rechaza el actual modelo económico, ¿cómo explicarnos que la derecha peruana obtenga la preferencia electoral? Como quiera, este triunfo pírrico se impuso gracias a la manipulación grosera y la voluntad de poder a través de los medios masivos de comunicación, el clientelaje político, la compra de votos, el lenguaje hipócrita, reclamando paz, pero la paz del servilismo, sobre una población mediocre, envilecida y marginada que esta cautiva, cubileteando a su antojo con las preferencias del electorado peruano.

Siendo harina del mismo costal, sumados los porcentajes de Keiko y PPK nos muestran una patética realidad nacional y del pobre nivel socio-cultural, educativo, carente de dignidad, de amor propio que hay en el Perú. Sin embargo, contra viento y marea, muy a pesar de la campaña demoledora y prepotente de la derecha peruana, sembrando el miedo por doquier los sectores conservadores y recalcitrantes de la derecha peruana, motejando de violentista la propuesta de Veronika Mendoza, quien le ha devuelto esperanza y presencia protagónica a la izquierda peruana logrando posicionarla en la palestra política con propuestas de desarrollo dignas, consientes, de justicia social en favor de las grandes mayorías que quiere un cambio en el modelo económico y político. Nítidamente se ven dos fuerzas antagónicas ideológicas, económicas y políticas en nuestro escenario nacional, y que se verá reflejada en el próximo congreso de la Republica.