Desde el inicio Republicano, el Perú vive engañado por esta supuesta democracia. Han pasado casi 200 años, hoy, cerca en el tiempo hay que preguntarse: ¿desde el 2ª gobierno de Belaunde que ha producido esta democracia burguesa? Profundizar el abismo entre pobres y ricos enriqueciendo a unos cuantos señorones a costa de empobrecer a millones de peruanos, formar y educar analfabetos funcionales, delincuencia por doquier a toda escala, cosificar y prostituir a la mujer y al ser humano con la consecuente destrucción de la familia, instituciones como el poder judicial, el congreso de la república, fuerzas armadas y policiales infestadas de delincuentes, burócratas embrutecidos y viciosos que han institucionalizado la corrupción en los organismos gubernamentales, exclusión en todos los aspectos, son heridas abiertas.

El hecho de ir a depositar un voto en un ánfora, no es democracia; porque la democracia supone un convenio permanente, de una concatenación de procesos y hechos reales y justos entre seres dignos, libres e iguales en todo aspecto de la vida, que gocen de salud, educación alimentación a diario.

Por lo tanto: El estado esta creado y organizado al servicio de la democracia burguesa, del capitalismo salvaje, al servicio de la intromisión injerencista, prepotente de la política de EE. UU. Que por donde va, solo deja una estela de llanto, destrucción y desolación. Ahí tenemos los efectos de la represión, genocidio y exterminio contra los pueblos originarios del norte de América ahora confinados en reservaciones; el golpe de estado sucedido en Chile y el asesinato del presidente Salvador Allende democráticamente elegido, 50 años de bloqueo asesino y cruel contra el valeroso y digno pueblo Cubano, de la guerra económica emprendida contra el Pueblo Bolivariano de Venezuela y su Revolución, el golpe de estado disfrazado que le dieron al gobierno democrático de Dilma Rousseff en Brasil, La masacre y exterminio del Pueblo Palestino, la invasión y expoliación de Libia y Siria por sus recursos petrolíferos; sin ir tan lejos, en nuestras propias narices el asesinato de Juan Velazco Alvarado y el gobierno nacionalista que emprendió en nuestro país. Todas estas acciones destinadas a conquistar y despojar de sus tierras a sus legítimos dueños robándoles su cultura, su independencia y libre determinación. Los efectos son visibles, millones de familias y seres humanos envilecidos y pobres, pueblos enteros que no recuerdan su historia.

Es inaceptable, que un izquierdista después de un día de lucha por justicia social, al dia siguiente se levante y vaya a votar a favor del capataz del capitalismo, y, luego se sumerja en la multitud voraz de vendedores ambulantes o en algún supermercado en una orgia de consumo descontrolado. Produce arcadas y se me figura ver a un niño jugando y comiéndose su excremento. Miren a la cúpula de la CGTP pactando e hincándose de rodillas ante sus explotadores, al ex presidente regional Vladimir Cerrón Rojas educado y formado como médico con recursos del pueblo Revolucionario de Cuba, encaramado un poquito más arriba en la escala social, con actitudes y aires de niño engreído impuso de manera grosera a su parentela como candidatos al congreso de la república, tanta es su codicia y angurria de poder que ahora tiene dos partidos políticos. Con razón los llaman caviares. Son como monos que van sin vacilar de un plátano a otro, y olvidan sus fundamentos ideológicos, y no reconocen al enemigo sea por ignorancia o por negligencia supina. Pues, quien quiera que gane el día domingo 5 de junio, “la suerte ya está echada”, vamos a seguir cayendo en el insondable abismo de un proyecto de país destinado al fracaso, a la mediocridad. Cabe recordarles que como socialistas, como izquierdistas, como revolucionarios no es contra Keiko ni contra PPK la lucha; es contra nuestras propias taras, contra la democracia burguesa, contra el capitalismo salvaje, contra el neo-liberalismo contra quien debemos luchar, y la lucha es en todo los campos, en todos los terrenos, y, claro, la lucha es social, pero también es intelectual, ideológica y política, y comienza por uno mismo.